Si mi bebé vomita mucho… ¿Es síntoma de algún problema?
Debido a que muchas enfermedades comunes en la infancia pueden ocasionar vómitos, debe esperar que su hijo tenga este problema varias veces durante los primeros años. Por lo general, termina rápidamente sin tratamiento, pero esto no significa que sea agradable de ver. Ese sentimiento de impotencia combinado con el miedo que algo grave podría estar sucediendo y el deseo de hacer algo para que mejore puede provocarle mucha tensión y ansiedad.
Para ayudarle a aclarar la mente, a continuación te detallamos las posibles causas del vómito y qué puede hacer para tratar a su hijo cuando esto ocurre.
Vómitos frente a regurgitar
Primero que todo, existe una diferencia entre el vómito real y solo regurgitar. Vomitar significa expulsar con fuerza el contenido del estómago a través de la boca. Regurgitar (se observa más comúnmente en infantes menores a un año de edad) es el flujo fácil de los contenidos del estómago fuera de la boca, frecuentemente con un eructo.
Causas de los vómitos
Las causas comunes de regurgitar o vomitar varían de acuerdo a la edad. Durante los primeros pocos meses, por ejemplo, la mayoría de los infantes regurgitan pequeñas cantidades de leche de fórmula o leche materna, generalmente dentro de la primera hora después de haber sido alimentado. Este “queso”, como se le conoce con frecuencia, sencillamente el movimiento ocasional de los alimentos desde el estómago, a través del tubo (esófago) que lo lleva arriba y fuera de la boca. Esto ocurrirá con menos frecuencia si un niño eructa frecuentemente y sus juegos activos son limitados después de las comidas. Este regurgitar tiende a disminuir a medida que crece el bebé, pero puede persistir de una manera leve hasta los diez a doce meses de edad. Regurgitar no es grave y no interfiere con la ganancia normal del peso.
Los vómitos ocasionales pueden ocurrir durante el primer mes. Si aparece repetidamente o con una fuerza inusual, comuníquese con su pediatra. Posiblemente se debe solo a una leve dificultad en la alimentación, pero también podría ser síntoma de algo más grave.
ERGE
Ocasionalmente, la regurgitación en las primeras semanas de vida a meses empeora en lugar de mejorar, eso significa que incluso si no es forzado ocurre todo el tiempo. Esto sucede cuando los músculos en el extremo inferior del esófago se relajan demasiado y permiten que el contenido del estómago se regrese. Esta condición es conocida como enfermedad de reflujo gastroesofágico o GERD. Esta condición generalmente puede ser controlada con las siguientes recomendaciones, pero si los problemas persisten, su pediatra puede referirlo a un especialista gastrointestinal (GI). :
- Evite sobre alimentar o proporcione porciones más pequeñas con más frecuencia.
- Haga eructar al bebé frecuentemente.
- Deje al infante en una posición segura, vertical y tranquila por lo menos treinta minutos luego de la alimentación.
- Pediatras de renombre recomiendan espesar la leche materna o fórmula para disminuir las manifestaciones del reflujo en los bebés, y para recuperar y mantener el estado nutrición,
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Antes de utilizarlo en la alimentación de un infante, es recomendable consultarlo con tu Médico Pediatra, para que el mismo apruebe su uso e indique la dosis más recomendable para el menor a tratar.
Para cualquier duda o inquietud no dude en contactarnos a contacto@lexsofil.com o al teléfono (55) 7096-6046
Fuentes
Caring for Your Baby and Young Child: Birth to Age 5, 2009, American Academy of Pediatrics